El sueño pro-activo con visión académica, científica, empresarial, técnica y humanista, para servir a El Salvador dentro del ámbito educativo universitario se concretizó el 20 de septiembre de 1973, día en que fue fundada la Universidad Albert Einstein, ese día, aceptamos el reto de la historia, e iniciamos un viaje lleno de riesgos, superación, compromiso, actualización y mejora continua.  

La Universidad Albert Einstein, luego de 46 años de bregar en el mundo académico universitario, ha mantenido su compromiso con la historia, haciendo nuestra la frase de Albert Einstein: Todo está permitido, en el reino de la imaginación, está prohibido, prohibir.  

Porque como expresó Einstein:

“la mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño natural” logrando así “abrir mentes creativas en cada uno de jóvenes que se forman en nuestra alma mater, para descubrir lo grande que son.”  

La Einstein presenta hoy una imagen visionaria y creativa, de una universidad fortalecida, con una fuerte presencia en los medios y en la sociedad, con visión empresarial, con una carta de vuelo diferente a las otras universidades, desarrollando resiliencia, para enfrentar los contratiempos y no sólo superarlos sino salir reforzados, es una universidad diferente, fuerte académicamente y comprometida con nuestra sociedad, con una administración proactiva, estamos moviendo el piso intelectual, somos reconocidos internacionalmente en el mundo académico.  

Nos comprometemos a seguir forjando a los mejores profesionales del país y aquellos que en muchos países del mundo se destacan. Nuestros Arquitectos, Diseñadores Ambientales, Ingenieros, Mercadólogos y Administradores de Empresas, son muy cotizados y los mejores profesionales en sus áreas del país, y ustedes son parte de ese grupo especial.  

El futuro nos depara muchas sorpresas muy interesantes. La capacidad del ser humano para adaptarse, aportar valor y a la vez ser feliz en el día a día será a mi entender uno de los retos más importantes que tendrá el Profesional del futuro.  

Pero como lo expresa Mario Benedetti en su poema No te Rindas: debemos continuar el viaje, perseguir los sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros, y destapar el cielo. Porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no están solos, porque juntos somos fuertes.   Dios está de nuestro lado y guía nuestro quehacer académico.  Bendiciones